miércoles, 15 de octubre de 2008

Santa María de los Buenos Aires.

La certeza aquella
en la que basamos
nuestros mejores años;
desde lejos se ve 
como una ciudad.
Una ciudad edificada 
al margen de un río.
Edificada sobre confianza.
Una ciudades que se ilumina
por las noches 
como todas las ciudades.
Y por las mañanas sus plazas
se llenan de flores rosas.
Una ciudad 
que en su ímpetu de subsistir
es ciega frente al río,
que poco a poco la erosiona
y la hace hermosa.

Esa es la certeza
en la que fueron
basados los días.
Días hoy lejos.

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