El amor terrorista.

La violencia
que necesitamos
es la de cada abrazo,
de cada beso.
De cada carta
que habla de amor.
La violencia propia
de ese ser que cargamos
dentro nuestro
que se niega
que se niega y resiste
que se niega y resiste violentamente
porque es su naturaleza.
El espíritu humano
resiste, y siempre
va a resistir.
Eso es violencia.
Violencia es cada libro
que se escribe,
y cada autor 
que se resiste a pensar, 
que jamás va a ser leído.
Violencia es negarnos
a conformarnos
con la situación actual.
Que cada letra sea una bala
que cada palabra
sea una bomba,
y que en cada corazón
se dispute una guerra.
Y aún cuando nos conquisten
aun cuando nos encierren,
aun cuando nos maten,
vamos a poder amarlos
y ese será nuestro último acto
de violencia.

Acerca de lo que permanece.

"Falta el sol en en la cara
entre mañana y medio día.
Falta más esfuerzo aún,
para comprender la magia,
para recordar 
nuestra naturaleza.
Lo que quedan 
son las uvas
azules."

Cerró su cuaderno.

Se alejo de la ventana

después de cerrarla.
La ultima ráfaga,
cada herida que se abre,
cada herida que se cierra.

Explosión. Amor. Caos.

En un instante 
una chispa,
enciende el fuego.
Los ojos lloran,
el corazón que explota.
Desbordante de amor,
un paso mas cerca.
Dentro de todo,
infinito,
siempre,
amor puro.

El lugar donde nace el fuego.

El fuego en el corazón de

revolucionarios y enamorados.

Si alguna vez despertás
y quema tu piel también
el sentir que todo 
este tiempo lejos fue sueño,
hacémelo saber,
o despertame.


Cuando es el despertar
el tinte que tiñe
de verde bosque
al recuerdo vivo y engalanado
de la miel de tu voz
de la solemnidad del aroma
de tu piel que también
de alguna forma ya
es recuerdo.

Fuimos la guerra.

Las preguntas que necesitas que te haga.

Sos las preguntas 
en otoño
que caen de los arboles.
¿Qué sos?
Que es lo que me hiciste ver,
que es lo que cambió,
que es lo que permanecerá 
inalterable siempre.

Por las cenizas que nombran
lo que alguna vez fue
te insto a que realmente 
te conozcas como verdad.
Te sacudo invisible en el aire,
y te veo invisible en el sueño.
Sos lo último y lo primero.
Pero acaso vos, ¿Sabés quien sos?
Conocete.
Por favor conocete.

Lo que nunca te dije.

El nene ilusionado
que corre por la playa 
hacia vos que sos el mar.
Corre porque tiene algo que contarte.
Descubrió al fin que sos una parte
de su verdad.
Pero en el júbilo de la marcha
entre la sal del agua
y los granos de la arena,
se olvido cual.

Sabes, una de las cosas
que más admiraba de vos
era tu capacidad de poder
hacer que todos los días
sean el mismo.

Jihad.

Si vistos ya los trenes de la mañana

accedo a la ciudadela de ensueño.

Yo correría para poder,
dejar a los pies de tu cama,
no romances ni cantos,
sino jugos de frutas.

Y si  me permitís,
te vería desayunar,
y me quedaría con vos hasta el  mediodía
contándote la historia 
de los océanos repletos de agua sin dueño
y de los hombres que mueren de sed.
De como los nenes matan tanques con piedras.

De el amor como guerra.

Hay dulce grandeza
a tu servicio
este servidor se dispone.
Ruego con el ímpetu
que enciende fuego en mi sangre
que me permitas
servir a tu causa.
Beso tus pies e imploro
que hagas arder nuestros corazones.
Sacra hermosa y digna,
a tus pies me postro,
a tu saber imploro,
que semillas de conocimiento
siembre en mi ignorancia.
Permíteme reconocerme en vos,
permite que por todos lados te vea.
Reina por favor amor,
siéntate en tu trono,
y líbranos de sufrimiento.

Fuego en el corazón.

Y la duda que carcome
cada segundo mi corazón.
Como vivir ajeno a la grandeza;
a la solemnidad que proporciona
cada instante de emoción pura
de emoción que lo parte a uno.
Que aniquila razón y tiempo
y que me deja sin aliento
cuando reconozco en alguna sonrisa
a todas las sonrisas.
como un mundo que desborda de magia
puede permanecer oculto
para tantos que buscan.
Si no te conozco magia dulce,
por lo menos puedo decir
que varias veces atisbe
una parte de tu grandeza.
O en la unión de las almas,
o en la humedad del rocío,
o en tus ojos de nena.

El carácter sacro de la naturaleza.

La preponderancia
del bienestar propio de la luz
nos hace príncipes, nos hace reyes.
Limpios de pecado nacemos
cada mañana nacemos.
Cada mañana,
casi todas las mañanas.
Casi todas las mañanas
nacemos a la luz,
que nos dota de nobleza.
Y todas las tardes salimos a los jardines
desbordantes de flores
albergan bajo tierra,
tesoro por descubrir.
Con el secreto deseo
de enamorarnos salimos.
Cada uno de nosotros
duerme en el pasto alguna vez.
Pocas veces el pasto,
nos permite hacerlo de nuevo.

Acerca de la reflexión.

Parado en la noche 
veía cada tanto 
a algún auto pasar.
Pensaba en que 
su forma de ver las cosas
ya no era la misma.
Cada segundo se despedía 
de lo que había sido, 
y secretamente brindaba 
secretamente consigo mismo
pidiendo que esa sensación
se repitiera
a través de los veranos
que todavía no llegaban.

Santa María de los Buenos Aires.

La certeza aquella
en la que basamos
nuestros mejores años;
desde lejos se ve 
como una ciudad.
Una ciudad edificada 
al margen de un río.
Edificada sobre confianza.
Una ciudades que se ilumina
por las noches 
como todas las ciudades.
Y por las mañanas sus plazas
se llenan de flores rosas.
Una ciudad 
que en su ímpetu de subsistir
es ciega frente al río,
que poco a poco la erosiona
y la hace hermosa.

Esa es la certeza
en la que fueron
basados los días.
Días hoy lejos.

La memoría y el recuerdo.

El segundo fatídico
que se encarga
entre sueño y noche
de despertarme y enfrentarme
con un recuerdo hermoso.
Rendís culto a el frío,
y con la precisión
que solo puede proporcionar
la aleatoriedad de lo incomprensible
sos el amor en la memoria.

Con lágrimas en los ojos,
y el corazón a flor de piel
le pidió antes de despedirse:
"Por favor, por favor 
no dejes nunca
que los cuentos mueran."

Acerca de las dictaduras.

No es cuestión 
del profundo mal.
Ya desgraciadamente 
es tarde para
los que lo sufrieron.
Mas son sus fantasmas
que atormentan 
las conciencias
de aquellos que 
nada, pero nada
tuvieron que ver.
Un mal es 
un profundo mal
cuando en vez 
de hablar de repercusiones
se habla de fantasmas.

De la luz.

Mas oculta que luz
que resplandece
en el medio de la noche,
su mentira engalanada.
En la que todos
somos admiradores del fulgor
pero oculta nos permanece
la fuente de la luz.
Ignoramos aquello
que no podemos ver
tras la máscara de la oscuridad
y sin embardo es su luz
la que hace nuestros días
mas brillantes.

Acerca de los amantes.

De todas las flores
elijo regalarte
aquellas que son invisibles.
Para que nada mi buena
te distraiga 
del disfrute verdadero,
que de la flor 
es la fragancia.
Bien aventurados aquellos 
que desnudos
ven y viven la verdad,
que cantan y aman 
solo la esencia.

Aquellos que despierten una sonrisa.

Jai Ribbí Ieshua Krista ben Iosef
Jai Abu l-Qasim Muhammad 
Jai Siddharta Goutama Buddhi
Jai Sri Krishna Govinda

Aquellos que despierten
una sonrisa, 
o que cesen un llanto.
Aquellos que se 
escuchen en el río,
o que el viento cante.
Aquellos que doten 
de luz y vigor
el corazón mas cansado,
que teme al amor.
Aquellos son;
los nombres de Dios.

Los revolucionarios y las aves.

Se precipitan
desde lo mas alto.
Caídas vertiginosas,
iluminan por segundos
los rostros de la muchedumbre.
Como gotas de lluvia,
así como los copos de nieve,
caen todas las injusticias,
que desvelan a los revolucionarios;
que difaman y ocultan la realidad.


Libres de privilegios
se unen a las masas.
Los príncipes
también reclaman a los reyes.
Justicia santa
que limpia la sangre
de las alas
de las palomas.

Sobre la transitoriedad y su caracter de dicha.

La solemnidad
que lejos de cualquier pretensión
engalana al miedo;
solo puede ser comparada
con la que dicta
que tras cada guerra
hay una paz.
Por más que aparente 
su carácter transitorio,
como sonrisa que aun no nace.

No hay dicha 
mas grande en la tierra
que la del solitario caminante,
que mira hacia atrás
y ve que siempre,
estuvo acompañado.

Moksha. Liberación.

Mientras desayunaba 
comenzo a sospechar,
que nada de eso era verdad.
Que todo lo sujeto al cambio,
debía perecer.
Y seguía sufriendo,
posando su mirada,
depositando su anhelo.
En cosas invicibles.

Sucias estan las manos
del que en la tierra
busca el oro.
Mas brillantes,
las del que en la tierra
lo encuentra.

(La tierra es el oro.)

El fín y el comienzo.

Que son los extremos
mas que partes del todo.
Principio y fin.
Del amor, del duelo, del tiempo.
¿Por que la importancia 
que ingenuamente les otorgamos?
Que se subleven los medios,
que sin ellos,
ninguno de los anteriores
existitría.

Muchos temen que nos demos cuenta.

Acerca de la duda por la mañana.

Y cada vez que despiertan,
sus manos son las mismas,
sus ojos son los mismos,
e incluso sus pies.
Años tardan en preguntarse
a donde fue su corazón,
esa noche, 
que se quedaron dormidos.

La pregunta más hermosa.

Veo en el vaivén del maíz
al viento que sopla.
¿Vos ves en tus recuerdos
el amor que imperó?

Acerca de la verdad

Nuestra motivación

es la tarde de juego.

El tesoro enterrado

esperando ser descubierto.

Lo aún no descubierto.                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Que la perseverancia sea el combustible y el mandato.

Que en el ímpetu que apremia se consolide el fervor determinante.

La firmeza de la decisión no se mide por el fuego que verdadero resplandece,

se mide por el tiempo que éste alumbra.

Conocer la verdad, apreciar la verdad, ser verdad...siempre.

El último heroe.

La historia del hombre
compañero del saber,
que renegó de los doctos.
Pidió a las hordas de bestias,
que lo hicieran parte de su jauría.
Por su solo amor y afán,
de seguir aprendiendo.

Acerca del hambre, de comida y del otro.

En que parámetros me decís
que ya fue suficiente.
No ves que hay hambre.
No vez que no hay nada para comer.

El no es de los que piden mucho
y reciben poco.
Es mas bien de los que piden poco,
y no reciben nada.
Es sólo cuestión de adaptarse
a esa nada,
que no recibe.

De lo que sos capáz.

Y gritas basta como si bastara 
para parar la procesión.
Como si dueña de las nieves,
detuvieras el desquebrajamiento
de los glaciares.
Basta.

El enemigo.

Son sus leyes las que dictan
las miles de maneras
de morir en soledad.

Creatividad.

Supongo que lo que caracteriza
a esta situación
no es mas que la ironía de la hipérbole.
Tanto frío, tanto tiempo,

tantas palabras que no se dicen.

Empezá a idear un nuevo plan 
quizás un escape fantástico.
Algo de película.
Porque esta vez no nos salvan
ni tu voz, 
ni tu voto.

Cuantas cosas
aparentemente sin sentido
aparentan sentir.

Cuando la gente estaba cansada.

Una tristeza que es tan honda
que no se puede evadir.
Que elegís no evadir,
no la describís, ni la comparas.

La mañana.

Un olor tan perfecto

y un recuerdo lejano.

El frio de la mañana.

La miro desde abajo 
en la escalera mecanica.
Su silueta que se pelea
con el cielo del centro.
Es como ese instante
en el que hay agua,
ya no hielo.

Lejos ya de poder ver,
me escondo de los ruidos,
refugiandome en los olores.
Olor a flores, olor a música.

Tan cansado de los días,
largas jornadas de ausencia.
Nuestras ganas de no salir de la cama.

La noche.

Ella se lamenta en la cama
todas esas cosas que le dijo al oido,
deben haber quedado
en su cachete.

Un movimiento agil.
La luz que se apaga
y todos esos pulmones
que respiran.

Los terroristas y los poetas

Comparamos a los arboles
mas bellos que hermosos.
Los esencias más imperfectas,
que infinitas.

Contrastamos en todos los limites
con los fondos.
Adyasemos y relacionamos                                                                                                                     nuestros extremos.                                                                                                                            

Naranja y azul.

Somos todos los caramelos
que como desayuno, almuerzo y cena;
no son una comida apropiada.
Como invento
somos una doctrina consiza.
De tristeza y de flores
que nadie nunca
nos regaló.

Acerca de lo que necesitamos.

Las sociedades bailan ciegas,
cuando el ruido inunda nuestros oidos
y los sahumerios esperan
a que alguien, los prenda.

Acerca de la persnalidad.

En el medio de la noche                                                                                                                                  en el claro del bosque                                                                                                                                       los lobos buenos                                                                                                                                               se duermen con cuentos y canciones.

Sabemos tanto corazón.

Ellos hablan de amor
nosotros hemos hablado de amor.
Hay brisa y también hay viento.

Enseñanza.

La combustión 
del azúcar.
Mi mano en tu mano,
mi mano en tu hombro.

No se entiende
con la cabeza llena de ideas.
Se entiende
con los ojos llenos de lágrimas.

Lo que sabemos.

Vos y yo sabemos
que todas estas ambulancias y sirenas
muestran que ellos andan tan lejos
mas allá de estas lloviznas.

De la tristeza y su grandeza como educadora.

Dejamos de amar,
dejamos de vivir.
Hicimos de las sabanas frías,
fríos refugios, fríos escapes.

Y solamente es la humedad
en veredas gastadas.
lo que hace que me acuerde 
de las plazas.

Son nuestros barrios,
que atestiguan la magia,
que hoy ya no existe.

De la verdad y su tristeza.

Triste es que te importe poco
el bienestar del continente,
solo por ser 
el dueño de las islas.

Por favor.

No es tu rostro,
ni tus ojos;
lo que refleja la búsqueda.
Son tus manos.

Y de rodillas te pido,
no que me ames,
no que me hagas sentir bien.
De rodillas te pido;
que me enseñes.

Concesión.

Sabes más que yo,
ya está entrada la tarde.
No hay nada que hacerle.                                                                                                                           Mas alla de las hamacas 
y los toboganes.
No veo la gracia, ni los estados,
ni las naciones.

La ley.

La solemnidad
de la sentencia
que dicta
que la tierra
aún es fértil.

Acerca de la causa.

Todos los habitantes de ese pais
sabian cuanto le costaba
relacionarse.
No la timides,
sino el cansancio.                                                                                                                                   Apurados, corriendo,
el veia como se agolpaban
en las bocas de subte.
Ignoraban todos ellos
que volverian a vivir.

Un corazón tan puro.

Jugás a ser 
un enredo de colores
un par de piernas 
y un par de brazos.
Solamente te hacen falta plazas,
Las que son tus flores,
las que son tu arte.

Pajaritos en coreografías
espasmódicas, insinuantes.
De repente no,
de repente si.
Contrastes y cansancio,
la ausencia de tu voluntad.

Si me pongo a revisar
seguro bajo tu cama
encuentro mas diez
platos de sopa,
llenos de miel.

Hay si vos vieras.
Convulsiones casi soñadas,
en medio de la noche.
Urgencias, si vos vieras.
un estomago, 
tan lleno de hambre.
Un hombre que, 
se alimenta del sol.

Del frío la grandeza                                                                                                                                     de los vientos.                                                                                                                                             Del verde al pasto.                                                                                                                                       Del piso al cielo,                                                                                                                                           del cielo al piso.

Propuesta.

Y te regalo este par 
de montes himalayas
que guardo en un frasquito.
Pero vos tenes que venir 
a la plaza conmigo.                                                                                                                                       Somos volcanes de arena                                                                                                                             vos y yo.

Y si salimos mas temprano
quizás los colectivos
estén pasando todavía.
Podemos caminar 
un par de cuadras mejor.
Comprar caramelos 
en algún kiosco.

Esas son las cosas                                                                                                                                         que uno piensa                                                                                                                                     cuando te quiere mucho                                                                                                                                 y vos estás en el baño,                                                                                                                                  y vamos a hacer el amor.

De la ironía.

Y sin embargo 
cada mañana el rocío.
En un mundo que
no puede ser más
que un chiste
bastante gracioso.
Hijos y perros ciegos.

Motivación.

Tan estúpido 
como perder la esperanza
en esta tierra
que azotada por las guerras
sigue entregando flores.

De la belleza.

Un zumbido constante,
casi impereceptible.
Para nada molesto.
Y olor a azucar quemada,
y sándalo y sahumerios.
Perfumes y paredes coloridas.

Excusa.

No me enamore de vos,
sino de tu capacidad de ver 
el principio y el final
de las cosas
en un mismo momento.

Del deseo puro.

Todo lo que quiero
es un cuarto vacío
y un silencio.
Un silencio repleto
de miles de libros.
Y tiempo y frutas.

El reinado de Gaia.

Y un monje le da vuelta 
a la rueda
a ésta, y a aquella y la otra.

Y el tesoro oculto
de la flor del loto
nace del lodo.

Y hordas incontables de soldados
agolpados bajo la bandera
de la igualdad.

Y muerta
despedazada
la hipocresía.

En el amor, 
la paz de cada uno
de los combatientes.

Niño y mujeres y hombres,
se agolpan bajo los olivos,
Cosechan sus frutos.

Y con cantos
y bailes
le agradecen a su tierra.

Los corderos descansan 
junto a los lobos.
Las gacelas y los leones
juegan.

Palestina amanece 
en todos lados veo
que se respira y se come
solamente libertad.

Gaia hermosa.
Gaia resplandece.
Gaia reina.

Por qué escribo.

Y cada mañana
se agolpa contra mi pecho
y cada mañana con mas fuerza.
Y es quizás 
la poesía que me contiene
la que hace que no me entregue
al mundo pasional.
A la revolución armada.

Amarterrorista.

Violencia carente de estructura
violencia dulcemente rítmica
y marcada como un reloj.

Un altruismo hermoso
que baña a los cuerpos 
de libertad y de amor.

La solemnidad de la explosión
de palabras sagradas
en esta guerra, en esta tierra.
Santa.

De la gloría.

Mientras la brisa
increpa a las flores
las esporas viajan
fecundan
se arraigan.

Rito de iniciación.

Mientras que el mar 
jugaba a la tormenta                                                                                                                                       yo aprendía lo que era la verdad,                                                                                                                   y la lluvia  no podía mojarme.                                                                                                                            Mi cuerpo en el mar,                                                                                                                                       mi cuerpo que era agua.
Una playa vacía,
un viento increíble.
Yo grande,
ya no me podía mentir.

De la obviedad.

Tan fácil como atarse los cordones
es encontrar.
La plenitud en un corazón
desbordante de amor.

La eterna rueda.

Del inconciente brotan 
y de alguna manera
al inconciente van.
Las estaciones se suceden.

Los santos entre nosotros.

Un extraño en el subte 
se agolpa contra mis rodillas.
Olor a saber, olor a experiencia.
Un par de palabras.
Si alguna vez se ama, 
se regalaran flores.
Si el mundo fuera mundo 
y los hombres, hombres.
No habría frío ni hambre, 
nos cobijaríamos en las flores
y las flores también 
nos darían de comer.

Anarcoprimitivismo.

La libertad subyacente
tras la palabra,
que hace que nos diferenciemos 
de las personas.
Que hace que nos parezcamos a lo animales,
instintivamente amando por instinto.
Cada segundo convergente 
en la musicalidad,
convergente en el imaginario
popular.
En las canciones autóctonas
y los mantras del Himalaya.
Un río hace un ruido.
Un hombre enciende un fuego.
Un río hace ruido
y encierra al hombre y su fuego,
y finales sucesivos e instintivos
y palabras repetidas. 
Sólo la sensación 
de que se esta haciendo algo 
que roza la divinidad,
o la la naturaleza.
En todo caso esta en cada uno 
decidir el carácter divino
de su naturalidad.

Sobre el misterio y su cualidad hermosa.

Y ritmo, entregado solamente al ritmo                                                                                           escribo ni a la métrica ni al léxico                                                                                                               ni la dislexia ni a las mujeres que rompen espacios.                                                                                

Y la luz en mis ojos que ciega mis voluntades,                                                                                           tus abismos que saben de la sucesión de hormigas                                                                             que acarrean todas las ideas de los hombres                                                                                         que suben a los cerros y de los cerros caen. 

Todos pájaros volando bajo 
casi rozando la mundanidad. 
Con las alas todos tratando 
de dibujar esos pájaros 
de escribir esos pájaros 
de poder captar e interiorizar 
el momento ese en que los pájaros 
no vuelan sino que viven.
Tratando de escribirlo
como si se pudiera explicar la magia, 
o negar la existencia de Peter Pan.

Crecer.

Y no voy a despertar a tu lado
y no vas a ser la madre de mis hijos.
Y probablemente algún día 
seas poco más que un gris recuerdo.
Y algún día nuestros corazones se van a cansar.
Y no me pone triste, porque tengo el consuelo,
de que fuimos un cuento hermoso. 

De la hermosura.

Respirar el aire frío
que casi le dice al otoño
que pase.
El contraste, 
la cebada contra 
el cielo celeste.
El sol del medio día,
el pelaje del jaguareté.
Desinhibidos, e imperantes,
se alzan majestuosos los vientos
que juegan conmigo.
Y todos los cereales.
Y todos los años 
que ya pasaron.

El camino es...

Un buscar constante 
de la simplificación
de las formas.

De la realidad.

La ventaja enorme 
que tenemos nosotros 
los que en ves de ver, 
de ver películas
las vivimos.

Un fotograma
por cada una de ellas
y por sus amores 
que no fueron.

Y para vos
sin embargo
no me alcanzaría una película
ni un festival de cine,
ni todos estos poemas.

Sobre la tentación.

Y la necesidad imperante
vestida de mujer
me atrae.

Y yo que me la niego
como cediendo la victoria
a un nene chiquito
en un juego de cualquier cosa.

Y vos y tu feminidad
que destroza mis días,
que alarga mis noches.

La gran verdad.

Dentro de cada ser
reside una fuente de amor infinito.
Como dentro de cada fósforo
habita un incendio.

De la esperanza.

La neutralidad de las horas
y la profundidad 
de las conversaciones.
Discrepar, y aprender.

La esperanza que me invade
cuando mis ojos pueden leer
en algún malvado diario
que alguien pudo robar un banco.

Las bolsas caen, ellos también caerán.

Lo que somos.

Ni de palabras
ni de dogmas
ni de doctrinas.
Ni de conceptos concretos,
ni de conceptos abstractos.

Nuestra esencia es de piedras
de entrañas, de sexo, animales.
de flores, de tierra, de frutos.
De montañas y de ríos. De amor.

De la impotencia.

Ni hoy ni mañana.
Impotencia es
no hay otra forma de describirlo.
Impotencia es
haber amado tan fuerte.
Frente a la absurda
realidad que predica
que no se volverá a amar así.
Amor; carencia de cordura.

Sobre el aprendizaje.

Vuelan indiferentes los días
Son no más que palomas
no menos que piedras.
Se llevan consigo horas
Se llevan consigo libros.

No hay lugar para la esperanza
en la no existencia
No hay lugar para el dolor
en la carencia del deseo.
Es entregarse a la corriente;
cada mañana tarde noche.

Y cuando nos damos cuenta
finalmente vaciamos
a ese cajón repleto,
ese cajón donde guardamos;
todas las cosas
que no funcionaron.

Vos sabes
tan bien como yo
que ya hace mucho 
decidimos ser mas 
que tan sólo el recuerdo 
borroso, 
casi triste y casi alegre
de lo que fuimos.

Ilusión y realidad.

Sino me crees
mirame ahora
tantos años tan lejos
sereno, adulto
asceta.

Preso de los días 
que no son más
que un letargo confuso
de lucidez y de sueño.
En el que pulsan las realidades
SAMSARA Y DHARMA
DHARMA Y SAMSARA

Apagado, crecí lejos
deje de ser un niño.

Del recuerdo.

Un sólo fósforo
fragata; dos patitos.
es un incendio.
Frío en las uñas
que se clavan en la fruta.
Una manzana que se comparte.

Somos honestos,
somos solidarios,
somos adolecentes.

Yo se algo de poesía.
Vos sabes del frío;
sabanas gruesas.

Te regalo mis pulmones 
que duelen.
Mi garganta cansada 
de gritar.
Espasmos prolijos;
metronómicos casi.
Años que vuelan.
La calle.
La lluvia de la mañana.
Tu casa.
Los autos, sus luces.

La descripción.

Cuando me muera te juro,
no se si en esta vida o en otra,
Voy a volver a ver 
solamente una cosa.

El halo de luz manchando
las partículas del aire
que se cuela 
por las rendijas 
de la persiana.

Como te da en la cara
y fruncís el entrecejo.
Tu nariz que se frunce también,
como anticipando un estornudo,
que nunca sucede. 

Tus brazos contraídos 
parecen estar jugando
pulseaditas chinas
sobre tu espalda.

Te abrochas ese corpiño negro
sentada en el borde de mi cama.

De ves en cuando
muy de ves en cuando
todavía te sueño.

La gloria del profeta.

Hasta que en un momento
la mentira fue demasiado evidente.
Todos los jóvenesque iban a matar o morir,
se sublevaron y exigieron,volver a sus tierras.

Cuenta la leyendaque un día,
Allah inundo el corazónde aquellos soldados.
Y los hombres, comenzaron a ser hombres.

De la verdadera revolución.

La violencia de los días,
espera violenta y escondida;
nos nace muertos.
Casi siempre todos
casi siempre siempre.

Y sin embargo
tanto amor que explota.
Tanto amor que cuesta disociar.

Casi siempre todos
pero siempre casi
y nunca todos,
y nunca siempre.

En una vereda,
Esperanza en el suelo,
los patines rotos,
las rodillas raspadas.

Sonríe y el amor explota
Ella es de los que casi siempre
pero no.
De los que saben.

Que ni sus mentiras,
Ni su capitalismo.
Ni su sistema de clases.
Ni sus valores.
Ni su imperio,
podrá sobrevivir,
al haiku perfecto.

El sendero recto.

Una explosión y un silencio.
Cien chicos, saben que ese
es su momento.

Todos luchamos incansables
contra enemigos invisibles.

Se levantan estandartes,
que hechos de personas,
se alzan rozando el techo,
imperantes, insurrectos,
y desde ahí...caen.

Se lloran himnos.

Cinco, diez, quince jóvenes,
vuelan por el aire.

Ni un gramo de hipocresía.
Esa clase de reuniones
no son aptas
para inconsecuentes.

Un ejercito de adolecentes,
totalmente consientes.
Deja bien en claro su postura 
frente a una sociedad degenerada,
que no los representa.