Fijate lo frágiles que somos,
lo torpes.
Incontables efectos dominós
ensimismados en nosotros mismos.
Algo desencadena otra cosa.
Una mujer que quiere a un hombre.
Un hombre inseguro.
Y una ronda de pato ñato
jugada pura y exclusivamente
por egos.
miércoles, 11 de junio de 2008
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